Cómo robar como un artista (y otras cosas que nadie me contó). Parte I


Introducción:

Esta entrada es la primera entrega de la traducción de «How to steal like an artist (and 9 other things nobody told me)» que publicó en su blog Austin Kleon hace un par de meses. Austin es escritor, conferenciante, poeta, ilustrador, diseñador web y mente inquieta en general. Ha obtenido cierta fama con su serie «Newspaper Blackout» en el que forma poemas enmascarando páginas de periódico y dejando a la vista sólo algunas palabras sueltas.


El post que os traduzco aquí forma parte de las lecturas que voy encontrando de un tiempo a esta parte, textos motivantes de autores que hacen fortuna a base de dar ánimos a sus lectores. «How to steal like an artist» tiene mucho que ver con cómo intento tomarme mi vida y mi trabajo, y he decidido traducirlo y compartirlo aquí para vuestro disfrute. Como el original es bastante largo y el texto se crece en español he decidido cortarlo en secciones para su cómoda lectura; iré publicando los diferentes fragmentos a lo largo de la semana. Espero que os guste.

Nota: esta es una versión ligeramente editada de una charla que di el 29 de marzo en el Broome Community College en Binghampton, Nueva York. Es una lista de 10 cosas que me habría gustado saber cuando estaba en la facultad.

Todos los consejos son autobiográficos (aunque va por casos).

Una de mis teorías sostiene que cuando alguien te da un consejo en realidad se hablan a sí mismos en el pasado. En este texto le estoy hablando a mi yo anterior.

Va por casos.

1. Roba como un artista.

A todo artista se le hace la misma pregunta, «¿de dónde sacas las ideas?»
El artista sincero responde, «las robo».

1. descubre qué vale la pena robar – 2. pasa a lo siguiente

Dibujé esta tira hace unos años. Tiene dos viñetas. Descubre qué vale la pena robar. Pasa a lo siguiente.

Eso es más o menos todo.

Esto es lo que entiende un artista. Es una frase de tres palabras que me llena de esperanza cada vez que la leo:

NADA ES ORIGINAL.

Lo pone ahí en la Biblia. Eclesiastés:

«Lo que ha sido es lo que será, Lo que se hizo es lo que se hará, Y no hay nada nuevo bajo el sol.»

Toda nueva idea es sólo la unión y mezcla de ideas anteriores.

Aquí va un truco que te enseñan en la escuela de arte. Dibuja dos paralelas en un papel:

¿Cuántas líneas hay? Está la primera, está la segunda, pero hay una línea en negativo que pasa entre ellas, ¿se ve?

1+1=3

Hablando de líneas, este es un buen ejemplo de lo que digo: la genética. Tienes una madre, tienes un padre. Tienes rasgos de ambos, pero la suma de estos es mayor que sus partes. Eres una mezcla de tu madre, de tu padre y de todos tus ancestros.

La genealogía de las ideas

No puedes elegir a tu familia, pero puedes elegir a tus profesores, a tus amigos, puedes elegir la música que escuchas, los libros que lees o las películas que ves.

Jay Z habla sobre ello en su libro, Decoded:

Éramos críos sin padres… así que encontramos a nuestros padres en el asfalto, en las calles y en la historia y, de algún modo, aquello fue un don. Pudimos elegir los ancestros que inspirarían el mundo que íbamos a construirnos. Nuestros padres no estaban, a menudo porque habían huído, pero de sus viejos discos creamos algo nuevo.

Tú eres, de hecho, el compendio de las cosas que has dejado entrar en tu vida. Eres la suma de tus influencias. Goethe decía, «nos visten y dan forma las cosas que amamos».

El artista es un recolector.

El artista es un recolector. No un acumulador, ojo, hay una diferencia: el acumulador recoge indiscriminadamente, el artista selecciona. Sólo recoge cosas que ama de verdad.

Hay una teoría económica que dice que si sumas los sueldos de tus cinco mejores amigos y haces la media el resultado se acercará bastante a tu propio sueldo.

Creo que lo mismo se aplica a las ideas. Serás tan bueno como las cosas de las que te rodees.

Basura dentro, basura fuera.

Mi madre me decía, «Basura dentro, basura fuera.»

Solía ponerme de los nervios, pero ahora sé a qué se refería.

Tu trabajo es recopilar ideas. La mejor forma de hacerlo es leer. Leer, leer, leer, leer. Lee los periódicos. Lee el informe del tiempo. Lee las señales de tráfico y las caras de los extraños. Cuanto más leas más puedes elegir qué te sirve de influencia.

Busca a un escritor que te encante de verdad. Encuentra todo lo que han escrito, luego descubre qué han leído, y léetelo todo. Ve subiendo por el árbol genealógico de tus escritores.

Roba cosas, guárdalas para después. Lleva un cuaderno, escribe en tus libros. Arranca cosas de las revistas y pégalas en tu diario.

Roba como un artista.

Fin de la primera parte. Feliz domingo a todos y hasta la próxima entrada.

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