Ciudades en un tarro

Cuatro tarros de cristal con dioramas de papel cortado blanco por dentro.

Ayer se celebró un breve festival artístico en MOB&PAU, un segundo coworking que ha surgido del MOB y de una repentina oportunidad inmobiliaria (un antiguo colegio de la Ronda Sant Pau). Es un sitio precioso. Ve a visitarlo.

Desde el MOB me animaron a participar llevándome algunas de las obras que ya tengo esparcidas por el coworking (como mis paisajes a láser o mis animales y dinosaurios de cartón), pero decidí probar una idea nueva que parecía fácil y resultona.

Ciudades en un tarro.

La técnica es sencilla. Coges una tira larga de papel, la enrollas bien sobre sí misma, y luego la dejas de pie. El mismo papel abre un poco al desenrollarse y puedes hacer paisajes en varias capas usando una única pieza (o dos, si quieres más densidad).

Decidí hacer cuatro paisajes: una gran ciudad, unas montañas misteriosas, unas ruinas aterradoras y… y ya se me ocurriría algo para la cuarta.



Al final, con el tiempo escaso, la cuarta fue un parque compuesto con siluetas bajadas de internet.

La vida del ingeniero es más fácil con una cortadora láser (gracias, Trotec). Los diseños cortados, o al menos los dos primeros. quedan tal que así:

Y los tarros con las ciudades dentro (y las tapas pintadas rápidamente de negro con acrílico) quedan así:

La feria tuvo bastante asistencia, las tarjetas de visita se me acabaron pronto (como hacen siempre) y en general las ciudades en tarros fueron, en efecto, una buena idea.

Aunque no había preparado nada para la puesta en escena y quedó más pelado que yo.

Estos paisajes son muy fáciles de hacer, los tarros grandes se encuentran por dos chavos en cualquier bazar, y algo me dice que quedarían bastante bien con una luz en el centro.

Quizá en otra ocasión. ¡Hasta la próxima entrada!


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